Patrimonio Herido
Las ciudades uruguayas han sido testigos de la erosión de su legado arquitectónico. Edificios que una vez narraron la historia y cultura de nuestro pueblo hoy se encuentran en riesgo, heridos por el abandono, la negligencia y la falta de políticas de conservación.
Cada fachada deteriorada y cada estructura en peligro de demolición es un recordatorio de la fragilidad de nuestro patrimonio y la urgente necesidad de actuar para preservar lo que aún queda en pie.
Montevideo
Ciudad Vieja
Barracón de la Marina
Zabala 1583.
Según el Inventario del patrimonio arquitectónico y urbanistico de la Ciudad Vieja, el Padrón 2923A es un importante edificio de alto valor testimonial, construido en 1776 en el sitio donde existieron dos barracones provisorios a los que debe su popular nombre de "Barracón de la Marina". Posee Protección Patrimonial grado 4.
Fue originalmente Apostadero Naval del Río de la Plata, Patagonia y Malvinas. Entre los años 1816 y 1830 funcionó la Aduana de Montevideo, período del que data la edificación sobre la calle Zabala. La misma formaba parte de un edificio perimetral que circunvalaba toda la manzana. En el período comprendido entre 1830 y 1852 alojó a la primera Aduana y Servicio de Correos de la Patria.
El sector sobre Zabala, hasta 2009 Museo del Descubrimiento y hoy desocupado, fue reciclado y reconstruido en la década de 1980. Su fachada, característica del austero neoclasicismo de la época, se resuelve simétricamente enmarcando el acceso con pilastras lisas de doble altura que rematan en un frontón y una simple cornisa. Sin embargo el sector correspondiente al Ex. Apostadero Naval se encuentra en estado peligroso. Puede verse sus muros descarnados y su entrepiso y cubierta apuntalados.
El edifico constituye uno de los pocos ejemplos de la época colonial, ocupando el único padrón construido de una manzana, enfrentada al monumental volumen del BROU.
Es Monumento Histórico Nacional desde 1975.
En el año 2009 se realizó un concurso público de anteproyectos arquitectónicos para la construcción de un edificio que funcione como ampliación de las instalaciones de la Casa Central del BROU.
La propuesta ganadora, perteneciente al equipo integrado por los arquitectos Alejandro Baptista Vedia, Alejandro Baptista Acerenza y Horacio Flora, se encuentra actualmente en estado de proyecto ejecutivo. El anteproyecto incorpora, como se indicaba en las bases del llamado, a las edificaciones de la Atarazana y el Apostadero Naval. Ambas quedan integradas dentro de un edificio destinado a "hall urbano" con plaza pública superior, cuya cubierta los rodea de manera de pliegue-rampa continua, que se inicia frente a la Rambla y culmina con vistas al puerto a una altura similar que las de las construcciones existentes.
Destaca el patio circular en el que queda inscripta la Atarazana.
Para más información sobre elBarracón de la Marina y Aduana Antigua de Montevideo, recomiendo leer el artículo de Montevideo Antiguo.
Capilla de la Caridad
Maciel 1440, esquina 25 de Mayo.
La Capilla, que actualmente forma parte del Hospital Maciel, constituye la parte más antigua del mismo. En 1798 se colocó la piedra fundamental, debiendo haber sido terminada hacia 1807.
Es Monumento Histórico Nacional desde 1975, manteniéndose en buen estado de conservación. Se realizaron tareas de restauración en 2022.
Se atribuyó en una época la autoría del proyecto a Del Pozo y Marquy o a Tomás Toribio aunque sobre la misma aún existen dudas, ya que también le ha sido atribuída al arquitecto español Miguel Estévez.
Se estructura como una nave rectangular con cerramiento superior en forma de bóveda de cañón decorada con casetones. Una serie de vitrales de diseño geométrico cierran los arcos superiores laterales, y sobre el altar principal un trompe-l'oeil simula una cúpula con lucernario.
Destacan el piso con baldosas decoradas, el púlpito y la decoración barroca del altar principal, adquirido mucho después de terminada la iglesia, en el siglo XIX.
La fachada, terminada por el Arq. Poncini en este período, se introduce como un rehundido entre los muros del Hospital Maciel. Con lenguaje clásico académico, jerarquiza el acceso a través de un monumental frontón curvo apoyado en cuatro semicolumnas.
Monumento Histórico Nacional. Resolución 872/975.
Bien de Interés Departamental.
Casa del Dr. Enrique Diego Anaya
Cerrito 311 al 319.
Excelente ejemplo de arquitectura residencial de la segunda mitad del siglo XIX, fue vivienda burguesa con planta baja comercial, perteneciente al Dr. Enrique Diego Anaya, Padrón 2853 con Protección Patrimonial nivel 4.
Conserva sus elementos originales entre los que destacan las carpinterías, los cielorrasos y los lucernarios, y su organización en torno a un importante espacio central.
La fachada, de composición simétrica y lenguaje ecléctico historicista, maneja en la planta baja un buñado en los entrepaños, mientras que en la planta alta se evidencian elementos decorativos de mayor jerarquía, guardapolvos curvos, balaustrada en el balcón y el pretil, así como el arco en el tramo central flanqueado por pilastras corintias, que emparenta el conjunto con las villas palladianas.
La construcción, conservada en muy buen estado, integra una cuadra heterogénea en altura, lenguaje y calidad arquitectónica de sus construcciones. Es Monumento Histórico Nacional desde 1986.
Actualmente se encuentra desocupado.
Hotel Nacional
Cerrito 731.
El edificio fue diseñado por el Ingeniero-Arquitecto Juan Tosi en 1888 para albergar en este Hotel de gran categoría 350 habitaciones y 4 salones. Si bien el edificio fue culminado en 1890, por iniciativa del financista español Emilio Reus, el estallido de la crisis de 1890 provocó que nunca abriera sus puertas.
Fue originalmente destinado a Hotel, y funcionaría como parte de un gran emprendimiento "Médico e Hidrotermo-Terápico", ubicado en el extremo Sur de la península. Nunca llegó a inaugurarse debido a la crisis de 1890 que obligó a suspender las obras. Fue sede de la Universidad, de la facultad de Matemáticas y Arquitectura y más recientemente de la facultad de Humanidades y Ciencias. La gran masa del edificio de cuatro plantas sobre un subsuelo elevado, se estructura en torno a un patio central dividido por la caja de escaleras. De lenguaje clásico afrancesado, originalmente estuvo coronado por mansardas que se demolieron en 1912.
Se estructura en torno a un patio central donde se ubica otro volumen en el que encontramos una escalera monumental de mármol que da acceso al perímetro del edificio, en el cual, y sobre las 4 fachadas, se disponían las habitaciones y servicios del hotel.
En noviembre de 2007 fue subastado en un remate judicial por deudas del anterior dueño con la Intendencia Municipal de Montevideo y adquirido por el empresario griego Panagiotis Tsakos, por 3.300.000 dólares.
Hoy se encuentra desocupado y en regular estado de conservación. Es Monumento Histórico Nacional desde 1996.
Tiene aprobado recientemente un proyecto de reciclaje con destino oficinas y cultural.
Mercado del Puerto
3.500 metros cuadrados con frente a las calles Piedras, Pérez Castellano y rambla 25 de Agosto de 1825.
El proyecto surgió por iniciativa del comerciante español Pedro Sáenz de Zumarán, quien montó una empresa privada con el objetivo de crear el mercado más grande de América del Sur. La firma se instaló el 19 de julio de 1865 con un capital de 309.000 pesos, repartidos en 618 acciones con un valor de 500 pesos cada una. Un paraje conocido en aquel tiempo como “Baño de los Padres”. Padrón 2606 con protección patrimonial grado 3.
El proyecto y la construcción fueron encargados al ingeniero R. H. Mesures, quien tuvo también a su cargo la tarea de controlar la fabricación de las piezas de fundición metálica hechas en los talleres de la Union Foundry de K.T. Parkin en la ciudad de Liverpool.
El edificio fue inaugurado el 10 de octubre de 1868 con la asistencia del Presidente de la República, General Lorenzo Batlle y algunos de los ministros de la época, habilitándose al público al día siguiente.
En la actualidad no funciona como mercado, sino que en su interior y cercanías se han instalado numerosos restaurantes, que sirven, entre otras especialidades, el asado uruguayo de carne vacuna, convirtiéndose así en punto obligado de la visita a de Montevideo.
Bajo la cúpula central del Mercado del Puerto existió hasta 1897, una fuente de hierro de forma circular que contaba con un chorro surgente en el centro, una verja y unos cuantos bancos que la rodeaban. En 1896 se sustituyó la fuente por un gran puesto central coronado por lo que se convirtió en uno de los elementos más calificados del Mercado, declarado Monumento Histórico Nacional en 1976: el reloj de cuatro esferas.
Fue en 1897 cuando se inauguró el espacio central con el reloj importado por la casa Paganini desde Liverpool, de donde proviene toda la estructura de hierro del mercado. La empresa fue la misma que adquirió el reloj de la Iglesia Matriz.
En la década de los 80 su sistema de pesas, engranajes y cuerdas dejó de funcionar, aparentemente en forma definitiva. Pero en 1996, la administración del Mercado del puerto encomendó la reparación al relojero artesanal Dardo Sánchez, con cuarenta años de oficio dedicados en su mayoría a la reparación de grandes relojes, que lo resucitó tras una semana de intenso trabajo.
Declarado Monumento Histórico Nacional.
Parroquia San Francisco de Asís
Solís 1469.
Declarada Monumento Histórico Nacional en 1975, sufre el paso del tiempo.
Entrar a la Parroquia San Francisco de Asís, ubicada en Ciudad Vieja, es un viaje al Montevideo del siglo XIX. Allí se encuentran, por ejemplo, la fe de bautismo de José Pedro Varela, la partida de defunción de José Antonio Lavalleja, el acta matrimonial de Giuseppe Garibaldi... hay constancias de bautismo y matrimonio de la mayoría de las familias fundadoras de Montevideo: desde los primeros Sanguinetti, Herrera o Pittamiglio; grandes apellidos de la construcción social del país han pasado por esta parroquia. Se puede mirar el índice de bautismos o el matrimonial y encontraste con una cantidad de nombres que tapizan las calles de la ciudad.
"En este templo uno puede tocar la historia con las manos, es una parroquia original, no es remodelada. Tiene la arquitectura original, a diferencia de otras parroquias antiguas que han sufrido varias remodelaciones. Quizá sea la única original en Montevideo de esa época”, cuenta el P. Mauricio Cabral, actual párroco de San Francisco de Asís.
El templo se comenzó a construir en el año 1864 según el proyecto arquitectónico del Arq. Víctor Rabú. “Con el tiempo, recorriendo la parroquia, uno empieza a darse cuenta del amor que hay en cada rincón. Fue edificada con los mejores materiales, cada altar tenía lo mejor... es extraordinario”, agrega el sacerdote.
En el año 2002, ante la gravedad de los desprendimientos de revoque y cornisas exteriores, la Arquidiócesis de Montevideo decidió poner en marcha la Comisión Pro-Restauración del templo de San Francisco de Asís. El estudio de Arquitectura Collet-Neri realizó el primer diagnóstico de la situación edilicia y de seguridad en 2006 y se iniciaron las tareas de saneado de las fachadas, que aún continúan.
“Es fundamental la restauración de este templo ya que se trata de una manifestación cultural única, irrepetible por su ubicación, fruto de la fe y el esfuerzo de la comunidad católica de mitad del siglo XIX, pero a su vez, bien patrimonial de todos los uruguayos, que sigue impregnando y recordando valores artísticos y religiosos”, señala el Arq. Francisco Collet.
Sociedad Comercial de Montevideo. Compañía Inglesa de Transporte Público (tranvías)
Rincón 508, Rincón 502 y Treinta y Tres s/n.
Según el Inventario del patrimonio arquitectónico y urbanistico de la Ciudad Vieja, Padrón 4258 es un edificio construido en 1912, concebido para una compañía de seguros. Cuenta con Protección Patrimonial grado 4.
Se organiza en cinco niveles: planta baja comercial, entrepiso para oficinas de la compañía, y viviendas de renta en los niveles superiores.
Su fachada maneja una estructura tripartita, basamento con amplios vanos para el comercio, desarrollo que concentra el buñado y decoración aplicada y remate con mansarda en zinguería.
La esquina mereció un tratamiento destacado, recurso frecuente en los edificios del área de similar implantación. Presenta un sistema estructural en base a pilares de hierro fundido singular para su época. Sin mayores modificaciones, se conserva en regular estado, encontrándose desocupado y en proceso de deterioro.
Es Monumento Histórico Nacional reafectado en 1986.