Av. Dr. Luis A. de Herrera 3760 esquina Margarita Uriarte.
El Dr. Luis Alberto de Herrera (1873-195) fue abogado, politico, diplomático, periodista y una de las figuras más destacadas del Partido Nacional en el siglo XX. Esta propiedad se convirtió en la residencia permanente de Herrera, su esposa Margarita Uriarte y su hija María Hortensia a partir de 1911 y hasta la muerte del caudillo.
En 1961 los herederos de la Familia Herrera Uriarte donaron la casa y el jardín al Estado, siendo el Museo Histórico Nacional quien emprendió las obras de restauración con miras a su reapertura, producida en 1966.
El Museo custodia, además, el archivo de Herrera, que contiene aproximadamente 11000 documentos.
Cuando se edificó, el predio formaba parte de una zona de casaquintas en las afueras de la ciudad de Montevideo. Al igual que el Prado, integraba el oeste suburbano frecuentado por los sectores dominantes como espacio de recreo y ocio. Estas casaquintas de veraneo fueron construidas desde la década de 1870, impulsadas por la llegada del tranvía.
Los médicos formados en la teoría higienista imperante en la época señalaban como fuente de enfermedades los focos de pestilencias de las ciudades - desechos humanos, terrenos pantanosos, saladeros - y recomendaban como preventivo la exposición al aire puro del campo.
La casaquinta, construida a fines del siglo XIX, fue comprada por Herrera a Antonio Cardozo en 1911. La propiedad original comprendía un terreno de varias hectáreas de extensión que llegaba hasta el actual BV. José Batlle y Ordóñez, al noreste.
Entre 1911 y 1912 la casa y el jardín fueron remodelados. El reacondicionamiento de la vivienda estuvo a cargo de los ingenieros Juan José de Arteaga, Sebastián Martorell y Francisco Lasala. Dentro de las reformas se destacan la incorporación del mirador y la planta alta, y el remozamiento de la fachada.
Rodeada por un amplio y frondoso parque, diseñado por el paisajista Charles Racine, la quinta fue lugar de encuentro de destacados personajes del ámbito nacional y extranjero.
Se trata de una construcción con influencia de la arquitectura inglesa siguiendo el eclecticismo imperante entre las clases altas del Uruguay entre siglos.
El estilo arquitectónico de la fachada tiene influencias del chalet anglo-normando de dos plantas. En el exterior destacan sus techos con tejas francesas, el mirador y el balcón del dormitorio principal de la planta alta desde donde, según cuenta la tradición oral, Herrera saludaba porla mañana a las vecinas y vecinos del bario.
Ministro de Educación y Cultura